sábado, 27 de junio de 2009

Día 8 - La Fiesta

Lucila Ferreyra: - Veo que no me equivoqué con la pareja colombiana, al menos resultaron muy simpáticos y agradables, así que compartimos el día conversando y visitando lugares. A pesar de mi cansancio, producto de los viajes en avión, preferí eso a pasarme el día durmiendo en mi camarote, no estaba dispuesta a perderme nada, para eso vine, para disfrutar de estas vacaciones maravillosas. También se acercaron una señora y una chica que ellos ya conocían del barco, así que formamos un grupo amistoso.
Estuvimos todo el día paseando por esa hermosa isla, visitamos lugares históricos, donde estuvo el mismísimo Cristóbal Colón, vimos artesanías indígenas (eso me agrada especialmente y no puede vencer la tentación de comprar algo), comimos mariscos que es mi debilidad y no dejamos de tomar sol en esas playas paradisíacas, con arena blanca y aguas límpidas típicas del Caribe.
A la noche caí rendida, por fin en una cama con un colchón mullido, y me sumí en un profundo sueño. En él estaban presentes mis hijos y marido, que me saludaban desde el puerto con un ademán extraño, como si fuese la última vez que nos despedíamos, así que desperté a la mañana sobresaltada, no dándome cuenta al comienzo dónde me encontraba. Busqué a tientas el cuerpo de aquel con quien compartía mi existencia diaria (en tantos años juntos, esta era la primera vez que nos separábamos en vacaciones), pero no pude alcanzarla; entonces caí en la cuenta que me encontraba sola en ese lugar y me invadió la angustia. Por suerte, esa ingrata sensación me abandonó cuando subí al comedor a desayunar y me encontré nuevamente con mis flamantes amigos y renovamos la conversación del día anterior.

Beatriz: - A disgusto de su esposo, Beatriz se calzó sus zapatos de tacón y ambos salieron del camarote cogidos de la mano, iban de punta en blanco muy elegantes y perfumados camino ala gran fiesta de bienvenida. La brisa tibia los acariciaba y despeinaba un tanto su cabellera entre cana. Beatriz recordaba a su hijo, cuando ella empezó a darse cuenta de sus primeras canas, " no te preocupes mama que tu eres de primera clase, tus canas son de plata no unas canas vulgares". Se sonrió al recordar y miro a su esposo a través de sus anteojos, de verdad que estaban empezando a cambiar sus vidas, "ya se nos notan los años, no somos los mismo, estamos mas lentos, mas precavidos, y mas calmados, si esta gente nos hubieran visto hace unos años, éramos el terror de los bailes, muy alborotados, bullosos y no nos sentábamos por nada, las noches nos daban la vuelta y nos encontraban de pie y bailando... pero no añoro aquellos tiempos, fueron lindos, ya ahora nos hemos compenetrado mejor, mas profundamente y mas sencillamente. De verdad somos muy afortunados..."
Mientras Beatriz divagaba se fueron acercando al gran salón que ya estaba atestado de gente, unos bailando, otros comiendo y muchos conversando animadamente.
Miraron a su alrededor y alcanzaron a ver a Yamireh a lo lejos acompañada de otra señora cuarentona. Hola Yamireh, qué bueno verte por acá... y tu esposo? a dónde lo dejaste? Cuéntame es tu nombre Yamireh o Yamileh? veo que la señora te llama Yamileh...
Vamos a coger una mesa grande para que se sienten con nosotros los otros amigos...
Viste que Don Eugenio y la hija se han marchado? el se puso malísimo y claro esta seria muy riesgoso que siguiera navegando... hola! Maria Marta!!! Aquí ven, siento mucho que perdiste a tu paciente...jajajaj... bueno ahora desquítate y baila. Por ahí vimos a José María y pregunto por ti... que se traen?

María Marta Kaiser: - (Aceptando la invitación de la Sra. Beatriz)... La verdad es que no sé quién es José María... A la única persona que conocía es al señor Vivas, que abandonó el crucero... Tal vez sea la medida más oportuna que pudieron realizar, dado que su estado de salud era preocupante. Me pareció que la hija no lo trataba demasiado bien... era como una carga para ella. Son esas historias de familia que uno no conoce, y que condicionan el proceder de las personas.
Linda fiesta... no sabía que se hacían a bordo fiestas así... todos tan bien vestidos, tan agradables. A mí me cuesta mucho relacionarme con la gente. debe ser por mi trabajo. Trabajo demasiado cerca de la muerte.
Quién es esa señora que habla tanto, que viaja pegada a una Laptop, con unos chiquillos gritones, y un marido que parece sometido?.

Lucila Ferreira: - El día siguiente lo pasé alegremente, alternando entre visitas a la isla y sus playas, con algunas actividades en el crucero, como aprovechar para nadar un poco en la piscina y hacer algo de ejercicios en el gimnasio. Esa actividad no la puedo dejar, a riesgo de perder mi silueta que tanto me cuesta conservar, encima que me estoy saliendo de la dieta habitual y me la paso comiendo, que con todas las cosas sabrosas que hay acá me tiento.
Hoy he podido conversar con algunas mujeres que viajan solas como yo, así he podido dejar tranquilos un rato al matrimonio Gómez, ya que ella tenía que buscar un vestido para la cena de gala. Menos mal que yo traje en mi equipaje ropa apropiada de noche (es sabido que en estos barcos siempre hay que hacerlo), veo que voy a poder lucir mi vestido negro y mis sandalias plateadas. Calculo que en el barco habrá una peluquería, así me arreglo un poco el cabello y no sé qué voy a hacer con mi piel colorada de tanto sol, a pesar de haberme puesto toneladas de protector. Debí haberme tostado antes en cama solar, pero la verdad es que les tengo un poco de miedo a esas cosas tecnológicas, dicen que pueden traer cáncer, y obvio que sol en invierno no podía tomar en casa, así que las consecuencias son estas, que se le va a hacer. Voy a ver si consigo más crema, que la que traje ya no me alcanza.
Me he enterado de algunas cosas raras entre algunos pasajeros, como una piedra preciosa o antigua que desapareció o fue robada; también de un matrimonio que, según parece, tienen algunas actividades extrañas, y hasta se comenta que hay un polizón, pero aún no se ha podido comprobar esto. Dicen que ha abordado un aristócrata que va acompañado de algún tipo de sirviente, de esos como en los cuentos antiguos, lo he visto pasar y me pareció muy antipático. Intenté conversar con una señora, pero me dijo que no se sentía bien, creo que su nombre es Josefa, la verdad es que se veía muy pálida, pobre… pagar un viaje así para estar todo el tiempo en el camarote!
Mejor comienzo a prepararme para la cena de gala, qué emoción, espero poder bailar con alguien! Hace tanto que no bailo… a mi marido no le agrada, así que no tengo quién me acompañe, ojala que alguien sepa bailar tango… medio difícil, pero todo puede ser, después de todo me han dicho que es conocido en cualquier país, además que viajan varios argentinos también.

Yamireh Kuori: - Yamireh estaba impactantemente hermosa en ese Versace rojo, escote en V y drapeado hacia un lado terminando en un delicado polizón en la cintura. Calzaba unas delicadas sandalias doradas con incrustaciones de Swarosky rosa que le hacían juego con la vanité en forma de concha marina que llevaba en la mano. El cabello lo tenía semirecogido en un coqueto moño al descuido con algunos mechones cayendo sobre sus hombros, que venía sujeto por una pequeña mariposa rosa que tomaba delicadamente su cabello. Remataba su elegancia, un delicado brillante justo encima de sus esplendorosos senos. Contrariamente a cualquiera, ella no usaba zarcillos para las fiestas ni había necesidad de ellos.-Hola Beatriz, buenas noches Sr. Restrepo, qué elegantes los veo, creo que nos divertiremos. Gracias por preguntar por mi esposo, está muy bien, solo un poco cansado luego de un día tan agotador, estoy en idénticas condiciones, se quedó cuidando de los niños porque no conseguimos cupo del servicio de abordo para que nos los cuiden y su enfermera se divertirá esta noche con nosotros. Ella es Milenna Torres Ponte, nuestra enfermera.Se hicieron las presentaciones de rigor y comenzaron a departir con los Restrepo. Quisiera pedirles algo, miren, somos invitados del Capitán para cenar en su mesa, me gustaría que nos acompañaran, creo que pasaremos una excelente velada- Escuché que estabas solicitando una mesa grande, si quieres podríamos arreglar para que nuestra mesa tenga una interesante continuación y así podremos departir todos, no les parece?

Camilo Tutera: - Si, si, si gracias señor, casi no alcanzo a abordar, el taxi que quedo de recogerme llego con retraso, ¿que hay una fiesta de gala? ok., me cambio y acudo a ella, me imagino que habrán a bordo bellas mujeres,¡ si! claro de eso se trata la vida.

Gabriella Valdivieso: - Su vestido negro apegado al cuerpo de corte recto, hasta las rodillas,con un escote profundo en la espalda, la hacían verse sofisticada y,elegante ... y aun más alta y estilisada ..... su cabello color miel ,resaltaban aun más, con el negro vestido ,aunque era largo y muy liso ,lo llevaba semi tomado y casualmente desordenado, sus puntillas Manolo Blanik rojas, hacían juego con el sobre que llevaba en las manos ..sobre sus hombros, caía un chal de gasa, con unos pequeños bordados , su maquillaje ,muy suave y natural ,casi imperceptible en tonos tierras hacían juego con tono de piel.. de un bronceado fascinante y resaltaban sus labios en un tono rojo que hacia juego, con el resto de su vestuario ,unos aros en argollas muy simples le daban un toque a la tenida, que la hacían verse muy sofisticada......a su encuentro por los pasillos del crucero, apareció Flo ,se veía realmente hermosa para la cena ....se saludaron con mucha alegría ,como si hubiesen pasado días sin verse y sólo habían sido unas horas ....y totalmente envueltas en la conversación ,emprendieron rumbo a la cena......

Romina Larrosa: - Al sentir los golpes en la puerta se sorprendió. No respondió. Continuó ejecutando el instrumento. - Sra. Larrosa: servicio a bordo, traigo algo para usted.- Pero yo no pedí nada... - evitaba levantarse, por temor al dolor.- Ud. no señora, es algo que le envían.- Está bien ¿puede usted.abrir? Hágalo, adelante- Si señora. El camarero traía en una mesita rodante, un desayuno liviano con un bouquet de flores muy hermoso que sorprendió a Romina. Sirvió la mesa desplegando el contenido de las bandejas con gran estilo y elegancia, cuidando todos los detalles. Luego le acercó las flores y un pequeño sobre:- Señora, sírvase- Gracias.Le preguntó si le hacía falta algo más y ante la negativa de la mujer, se retiró ofreciéndole una sonrisa.Ella no esperaba sorpresas, no estaba en tierra firme, en algún hotel, ni era tan conocida fuera de su ámbito, como para que alguien pudiera reconocerla y enviarle flores.... El sobre pequeño, de tarjetita, indicaba solamente su nombre. Retiró una esquelita contenida en su interior. No había tarjetita."Romina Larrosa - Mi pianista latina favorita. ¿ Se negará usted a bailar conmigo esta noche?"
¿Y esto? ¡Qué extraño! ¿Quién será? ... Alguien que me conoce... Mmmm no rencontré ningún conocido en este crucero... A ver...."Repasó sus salidas, sus paseos. No encontró en las imágenes recordadas ninguna cara conocida ni nadie que la observara... "En fin - concluyó - veremos quién es el misterioso caballero" Disfrutó del desayuno observando las bellas flores. Apenas se sintió mejor, se dirigió al salón de belleza. Quería peinarse, arreglarse especialmente el cabello para la recepción y departir con otras mujeres acerca del acontecimiento.Dos horas más tarde salia luciendo un hermoso vestido "rosa viejo" en seda y gasa con una sobrefalda abierta al frente ondeando hacia ambos lados. Al frente un escote bajo, a la base del cuello y a la espalda otro más importante con algunos detalles bordados en canutillos, perlas y lentejuelas al tono. Un fino chal dorado semi calado le cubría los hombros. Yendo al encuentro de Julián y Cristina, se encontró con ellos en el pasillo.- Uyyy! Pero ¡qué elegantes están mis amigos!

Florencia Meyer: - Flo caminaba lentamente , con ello se daba el tiempo para encontrarse con Gabriela,su vestido era de sencillo corte , de una suave tela color crudo, en lo simple del modelo estaba lo elegante,ningún accesorio adornando el atuendo,ninguna joya , nada llamaba la atención ...en sus manos solo llevaba una pequeña cartera en tonos mas tostados que hacían juego con su calzado y su maquillaje en el mismo tono.....todo estaba en armonia ...la mujer en si era vistosa...Al ver a Gaby , Flo sonrió contenta, ella venia imponente enfundada en un vestido negro , caminaron alegremente rumbo al salón....

Camilo: - Después de desempacar mis maletas me vestí enseguida y me dirigí al salón de baile, estaba cansado, pero tratándose de diversión, me di el animo para asistir, me hacia bien un rato de ocio.Hacia mucho tiempo que no tomaba unas vacaciones, el trabajo me tenia absorbido, lo único malo que al tener tiempo libre regresaban los pensamientos dolorosos de mi soledad, yo sabia, que si dejaba de aturdirme trabajando , ellos regresaban. No quería penar en ello ahora, ´´Al entrar al salón, me sorprendió la belleza del decorado, pareciera que las estrellas caían suavemente sobre la cubierta, me senté alejado a observar el comportamiento de las personas que allí habían...hermosas mujeres, demasiado hermosas, ¡ tanto!, que el decorado dejo de llamarme la atención.Recorrí con la vista todo el salón, todo muy lujoso, el brillo de las lentejuelas casi nublaba la vista`, el olor de los perfumes embriagaba los sentidos,mi vista se detuvo, _ esa mujer_ simple como una rosa, clara como una lampara, ¿ quien seria? nada en ella era definido, solo el negro de su pelo rizado discordaba con la suavidad de su vestido y de sus finos modales, no llevaba joyas, ni brillos, era como si no caminara , me dio la idea que se deslizaba sin moverse, etérea.

Yamireh Kuori: - En el inmenso salón de gala del Crucero, estaban reunidos ya muchos de los pasajeros, esperabamos al Capitán para dar inicio oficial al brindis de bienvenida. Todos estaban conversando amenamente, tomando Champagne Francés, detallando otros la hermosísima decoración como de las Mil y Una Noche con la que nos sorprendieron, de los techos colgaban telas brillantes a la usansa de una carpa árabe en colores morado, naranja y fucsia, los cuales se recogían al centro haciendo un inmenso moño que rodeaba la araña de Cristal de Bohemia. De los espacios libres de estas telas caían otras de gasa transparente en color dorado haciendo el efecto de estrellas cayendo al piso, sobre un efecto de agua movible en todo el piso del borde del salón, el cual daba el efecto que estuvieramos sobre agua. Los invitados quedaron gratamente sorprendidos cuando los mesoneros hicieron su aparición con las copas de Champagne y las exquisiteses, ataviados con vestimenta árabe. El espectáculo era formidable, desfile de caviar, frutos de mar, delicatteses japonesas, quesos exóticos, delicados canapés, vinos italianos y chilenos, whiskies escoseses, Champagne francés, sake japonés y una infinidad de exquisiteses de muchos países. La música sonaba suave pues se esperaba la presencia del Capitán para dar inicio a la hermosa cena bailable. El tiempo transcurría muy ameno cuando de repente se acercó el Primer Asistente del Capitán y discretamente se dirigió a Yamireh, pues los Portellone eran los invitados especiales de su mesa y le informaron que el Capitán estaba indispuesto con una intoxicación por la ingesta de fruta en mal estado y que se sospechaba que fuese Salmonella.Yamireh entró casi en pánico porque la empresa de su esposo era quien proveía las frutas a las empresas navieras. Le preguntó al Asistente si su esposo tenía conocimiento, la respuesta fue afirmativa. En ese mismo instante el Asistente le informó que ella tendría que dar comienzo oficial al baile.
Yamireh Kuori: - Una vez repuesta de la emoción de verse inmersa en esta situación de tener que dar pauta en el baile, preguntó de qué manera se acostumbraba a ello, porque ya los asistentes comenzaban a charlar con fuerte murmullo porque lo que querían era divertirse. Se paró de la mesa y dirigiéndose al estrado acompañada por el Primer Asistente, este dió una breve explicación de la ausencia del Capitán sin enterar al pasaje la sospecha de Salmonella e informó inmediatamente que quien diría las palabras de bienvenida sería la Sra. Portellone por ser la invitada de honor junto a su esposo.Inmediatamente el salón aplaudió muy sorprendido pero complacido de que una buenamoza mujer presidiera el baile. Acto seguido subió al procenio.-Buenas noches, queridos y apreciados pasajeros de Crucero Pisadus, tengo el placer de darles la más cordial Bienvenida a nuestra fiesta de gala. Especialmente le damos la bienvenida a los esposos Adolfo y Beatriz Restrepo quienes están en nuestro crucero celebrando su próxima jubilación que se la tienen bien merecida. Quiero pedir un caluroso aplauso para esta hermosa pareja que demuestra con creces que se puede bien llegar a la tercera edad con la ilusión de los primeros años de matrimonio, juntos, luchando y siguiendo una vida de ejemplo. Nada más me queda acotar, que doy inicio a nuestro baile de gala y levantemos nuestras copas para que todo se desarrolle dentro de la cordialidad, Salud!!!, por favor que suene la orquesta. Muchas gracias. El salón complacido aplaudió la intervención de Yamireh y se desató la alegría.

Julián y Cristina: - ¡Gracias gracias amiga! - respondió Cris - Pero tu, tu estás espléndida. Ay ay, no se por qué pienso que tu marido está arriesgando demasiado y quizás sin saberlo...- Mmmm por lo que veo Uruguay está muy bien representado en ésta noche de gala - agregó JuliánAl entrar al salón se quedaron perplejos observando los adornos, la flores, la mantelería, la decoración de las mesas. Todo a tono. Música suave. Se encontraron con Yamireh, Florencia, Gabriella, Ma. Marta, lo esposos Gómez, Lucila, María Josefa, José María y otros pasajeros con los que habían tenido ocasión de charlar en algún momento. Con todos conversaron unos minutos aunque comentaron extrañados la ausencia del esposo de Yamireh y sobre todo de Emma a quien no veían desde hacía una par de días. -Ubíquense donde gusten, si, yo iré a buscar a esa chica, veré si la encuentro en su camarote.... Miren allá está José María ¿por qué no lo invitan a sentarse con nosotros? Quizás Marta también quiera venir... Bueno yo vengo en seguida, tendré que averiguar cuál es el camarote de Emma.Y dicho esto Julián se alejó en busca de la chica.

Florencia Meyer: - ¿Qué bello que esta todo! ¿ te fijas Gaby?......mira ya están todos!, al menos el grupo con los que nos hemos relacionado , Julian, Cris, ¡¡¡¡¡ oye Yamireh esta sola!!!! ..... Que raro....¿ viste que todo esto es tan extraño?...No es normal que ella asista sola a la fiesta de gala...toda glamorosa y sin marido..... no me va....ellos algo tiene de extraño, y creo no equivocarme si te digo que el Señor y su lacayo ...si...¡ esos los últimos que embarcaron..!!!yo vi a Yamireh grabándolos al descender del taxi....estoy segura que se conocen....cada dia me asustan mas amiga.....¡¡¡¡ Mira hay un nuevo pasajero!!!! esta como distante observando al grupo....¿ estará solo?... disimula.....nos mira directamente.....

Lucila Ferreyra: - Me miré al espejo para dar los últimos toques a mi arreglo. El vestido de gasa negro con algo de vuelo desde la cintura, largo hasta los tobillos, estilizaba mi cuerpo; era bastante sencillo, pero el bordado de canutillos en la pechera le daba un toque festivo. Además, el strapless resaltaba mi busto firme (artificial por cierto ya que la maternidad había hecho sus estragos en esta parte tan sensible del cuerpo), y las sandalias plateadas con tacos haciendo juego con la mini cartera del mismo tono, rompían la sobriedad del color y del diseño. Di un último vistazo a mi cabello semi- recogido hacia arriba con ondas que caían sobre la espalda y se inclinaban suavemente sobre las mejillas. No estoy tan mal, me dije, después de todo a mi edad no es fácil mantenerse; no me gusta para nada entrar sola, pero buscaré a mis amigos que me dijeron que iban a estar ubicados en una mesa grande. De este modo partí hacia el salón.

Don Gregorio y Pepiño: - Don Gregorio.- Estás seguro de que me han puesto en la mesa del Capitán?Pepiño.- Claro Don Gregorio, está todo dispuesto como siempre.Don Gregorio se dispuso a salir del camarote después que Pepiño le abriera la puerta y la cerrara tras él. Don Gregorio peinado hacia atrás, con unas canas prominentes esparcidas por todas partes, especialmente en la barba recortada.Su altura (1,95), su bronceado y sus andares rectos con la cabeza inmóvil y ligeramente mas levantada de lo habitual mirando de reojo todo aquello que marcaba el camino, impedían concentrarse en su chaqueta blanca con un bordado dorado en el bolsillo, un pañuelo granate con la corbata a juego, un pin con su Escudo de Armas y un pantalón impecable azul marino con la raya marcada, que caía ligeramente sobre sus zapatos de charol. Pepiño le abría paso y le indicaba el camino. (Gallego con cara redonda a pesar de su delgadez, que vestía una sonrisa permanente de servicio público. Vestía un traje azul marino sin nada destacable.)
Don Gregorio y Pepiño: - DG.- Parece que ya a empezado todo. Seguro que lo tienes todo listo?
P.- Si, Señor. DG.- Sabes con quién nos vamos a sentar? P.- Si ya me han informado y parece ser que estaremos bien. DG.- Estará el capitán?. P.- Confío que sí, aunque me han informado que estaba indispuesto. Mire, es esa mesa grande, parece ser que todo el mundo ha ocupado ya su lugar.
DG.- Pero no veo al Capitán! P.- Ahora preguntaré, Señor.
P.- Permitanme que les presente a Don Gregorio Pallaruelo de la Ensenada, Grande de España, Conde de Camposancos y miembro del Capitulo de Caballeros de la Antigua Corona de Aragón. Don Gregorio inclinó un poco la cabeza a modo de saludo y les dijo con voz profunda - Señores. Inmediatamente se sentaron, confiando en no abrir la conversación.

Lucila Ferreyra: - Qué belleza! Qué bonito lo han arreglado para la fiesta! Veo que ya está lleno de gente, espero no llegar tarde, donde están mis amigos? Ah, allá está Beatriz con su marido y varias personas más. Esa señora alemana tiene cara de antipática, pero no importa, a lo mejor me equivoco, debe ser la doctora que atendió al señor que tuvo que quedarse en la isla para una operación de urgencia. También veo que está con ellos la mujer árabe medio rara, encima la veo sola, su familia no está, tal vez lleguen luego, si no van a despertar mas sospechas de las que ya hay. Después de todo, es problema de ellos, yo no debo entrometerme, siempre he tratado de mantenerme al margen de los chismes, a pesar de vivir en una localidad chica, donde estos vuelan como moscas. Hay otras personas que no conozco, parejas y varias más solas, en fin, oportunidad de socializar. Veo que algunas de las mujeres están excesivamente arregladas, con vestidos muy finos, pero bueno, después de todo yo mantengo mi estilo, no voy a modificarlo a esta altura de mi vida.- Buenas noches, como están todos? Puedo sentarme acá, con ustedes?.

Don Gregorio y Pepiño: - Pepiño le informó discretamente a Don Gregorio sobre cada una de las personas sentadas en la mesa, observando que faltaban algunas sillas por ocupar. Pepiño todavía no tenia constancia de si el capitán asistiría. DG Y esta mujer que pide para sentarse, la conoce?. De ella no me has hablado. Pepiño no supo que responderle.
Pepiño preguntó a traves del celular al encargado del restaurant quien era aquella mujer que se acababa de acomodar en la mesa. Después de asentir le informó a Don Gregorio.Pepiño.- Me informan que es una profesora argentina con dinero que ha venido sola al crucero dejando a su marido y sus hijos en su rancho.

Yamireh Kuori y Milenna: - La fiesta estaba en su apogeo, encantadoras mesas con personas alegremente departiendo y muchas de las parejas bailando alegremente mientras Yamireh departía con los comensales de su mesa, cuando en eso vio entrar al tipo del Puerto de Embarque con su Asistente, se puso demasiado tensa pensando que ese hombre se sentaría en su mesa, pues ignoraba la disposición de los organizadores, pero más sin embargo, se compuso y alzó un poco la cabeza como queríendose dar seguridad, no había llevado ninguno de sus aparatos electrónicos en la seguridad que ese hombre no sería capaz de bajar a la fiesta del Crucero.Yamireh: Milenna, por favor, mira a esos hombres que llegaron, no te lucen extraños?Milenna: Para nada Yami, me parecen super elegantes, sobretodo el más bajito tiene un aire así de ser una persona correctísima. Es más, me parece muy buenmozo.Yamireh: No es ese a quien tienes q mirar, sino al alto, al de barba, tiene un aspecto que no me gusta nada absolutamente. Milenna: Yamireh deja las elucubraciones, ahora nos vamos a divertir, no estés pensando nada raro absolutamente, caramba están mirando para acá, será que los puestos vacíos son de ellos?

DG y Pepiño: - Del mismo modo que cuando llegó la señora Ferreyra ambos se habían levantado, ahora, con la llegada de Yamireh y Milenna, se levantaron de nuevo hasta que ambas se sentaron.Pepiño y Milenna se sonrieron con la complicidad de quien está al servicio de alguien.
Don Gregorio observaba con interés a cada uno de los que le acompañaban en la cena.Don Gregorio con sus modales aprendidos por su educación basada en el protocolo español mas estricto, se dedico la cena entera a observar y mantenerse serio, aunque el rictus del final izquierdo de la comisura de sus labios se lo levantaba ligeramente, pareciendo una leve sonrisa. Nada mas lejos de su intención. Le parecía un grupo dispar y con poca clase.

Adolfo y Beatriz: - Beatriz miraba de soslayo a Yamireh... que mujer tan rara! muy glamorosa pero misteriosa, venir a una fiesta de este tamaño con su enfermera y no con su esposo porque el esta cuidando niños? ... a otro perro con ese lazo! no me ha dicho ni pío a cerca de sus aparatos que le tenia el taxista...ahí los tengo y los tendré guardados hasta que s me ocurra algo.Por ahora bailare con mi viejo hasta que se me caigan los pies.- Adolfo...”Siéntate fija, que bonita estas Lucila, por favor señores conozcan a la señora Lucila Ferreyra, vino de Argentina, Profesora de historia, vamos a bailar para que te despegues un poco. Con su permiso todos.

Don Gregorio: - Observó Al matrimonio Gómez Restrepo. El con el semblante feliz de quien tiene dinero y el trabajo resuelto. Ella con esa mirada conspiradora de quien nunca lo dice todo. Le parecieron una pareja interesante.Evidentemente no hizo comentario alguno.Siguió pensando en aquellos que conformaban su entorno, preguntándose por la ausencia del Capitán y el poco rigor y escrúpulo en la puntualidad.Recordó lo poco que le gustan este tipo de reuniones y se preguntó qué hacía él en medio de este griterío y música de baile.

Pepiño: - Mientras tanto Pepiño se interesó por la ocupación de Milena, quien le comentó que es enfermera.Pepiño, extrovertido personaje con disfraz de sirviente discreto, se enteró por Milena de las últimas noticias. Que M.Jackson había muerto y que la familia había pedido una segunda autopsia, que Farrah Fawcet Majors murió de cáncer o que el capitán parecía ser que sufría gastroenteritis.E incluso que la famila Gomez Restrepo eran los homenajeados esa noche.Departieron hasta el punto de olvidarse por un momento que Don Gregorio o que doña Yamireh estaban presentes.

Yamireh y MilennaYamireh: - Honestamente Milenna qué descarada eres, mirando así al Asistente de ese señor q nadie nos ha presentado y tu haciéndole carantoñas. Voy al tocador, un momento.Milenna: Ok está bien, no demores.Yamireh: Tranquila que los zapatos me están matando y voy a quitármelos un rato.Se paró de la mesa con una disculpay su agradable sonrisa, mirando fijamente a Don Gregorio y a este no le quedó más nada que pararse, tomarle la mano y besársela en cortesía ella se sorprendió porque no pensó que ese señor haría eso, el asunto es que entablaron una pequeña conversación y ella se mantenía un poco rígida pensando en lo descarado de ese mafioso que se la echaba de galán. Si notó algo extraño en las manos de Don Gregorio, que no tenían la finura q deberían, en las manos de un noble, más bien le parecieron demasiado gruesas y hasta toscas.Yamireh: Muy galante señor.... Conde de dónde dijo que era?
Don Gregorio: - Soy español, aunque mas de media vida he estado fuera de mi país. De todas formas llevo con orgullo mis títulos nobiliarios. Mi criado Pepiño les puede informar de mis viajes. He perdido la cuenta.
(Don Gregorio, después de ser cortés y besarle la mano a Yamireh, siguió esbozando la leve sonrisa a modo de rictus, ya que seguía considerandola persona de mirada de poco fiar.)
Yamireh: - A ella verdaderamente no le dolían los pies, ella lo que quería es ir al tocador para llamar a su hermano Wajib al Golfo Pérsico, para informarle que fortuitamente había hecho contacto con el mismísimo mafioso, pero no contaba con que la iba a atajar para conversar en la fiesta. Las cosas como que estaban dando inesperadamente un cambio con el que ella no contaba, se dijo, ok, voy a charlar con este hombre, trataré de pasar una excelente velada a ver si me suelta prenda.

Adolfo y Beatriz: - Beatriz- refiriéndose a Don Gregorio." Tengo entendido que UD es español y de noble cuna, Vamos nuestra edad no nos permite estar llamando Don a alguien quizás menor que uno mismo...jajajaj permítame llamarle Gregorio a secas ah? Así vamos quitándole barreras a la amistad que espero trascienda este crucero. Le parece?Que bueno que su acompañante ya encontró con quien conversar, sabe con toda esta algarabía es un poco difícil hablar con nadie... Acaso UD se conocía con la señora Yamireh? muy bonita por cierto pero cuidadito esta casada y con marido a bordo .jajajjajAdolfo regresaba de bailar con Lucila y las dos inclinaron su cabeza y fueron a sentarse.Al momento comenzó a sonar un tango de arrabal, de los clásicos, y Beatriz le dijo a todos," vamos los retamos a bailar tango, no se si Uds. recuerdan que Gardel murió en Colombia, en Medellín para mayor detalle y el tango se baila allá mas que en Buenos aires! Adolfo y yo lo bailamos a nuestro estilo y con la edad que tenemos... un poco menos arrabalero... vamos! quien se apunta? Quizás Ud. Gregorio quiera sacar pareja y demostrar como un español de pura cepa nos baila un tanguito?Yamireh que bueno que volviste, aquí los estaba retando a bailar ese tango, saca parejo y vamos a hacer un alboroto! Pepiño Ud. también, venga a bailar, todos vamos a hacer el ridículo, no importa.

Don Gregorio: - Don Gregorio quedó estupefacto por la ligereza en el trato y que acabara quitándole el Don de su nombre. Acabó pensando (no si al final acabarán tuteándome, pues si que). La fuerza de Beatriz en sus convencidas palabras le impidió contestarle a esa pregunta ya que se daba por hecho que así sería. Confiaba en que nadie mas se atreviese. Pepiño se reía a carcajadas en su interior ante la situación, sabiendo lo poco que le gustaba a Don Gregorio que lo rebajaran de tal manera. Evidentemente DG declinó salir a bailar semejante baile. En cuanto a Pepiño, ante la mirada cómplice de Milena, miró a DG y decidió atreverse con el baile. Evidentemente a DG le pareció algo propio de la clase social de Pepiño y le ignoró.

Camilo Tutera: - La mujer que llamaba mi atención , se dio cuenta de ello, estaba con otra bella ama vestida de negro, algo hablaron entre ellas y aunque disimuladamente las dos miraron para el lugar en que yo me encontraba, retuve su mirada , una mirada indescriptible, fría, dura, dulce, nunca podría interpretar a ciencia cierta lo que decían sus ojos, no sé porqué , pero me hizo recordar a la mujer ( entonces adolescente) que marcó mi vida con su amor y su desdén.
Haciendo valor me dirigí directamente a invitarla a bailar, ¿escuché que te llamas Florencia? ¿Querrías bailar conmigo?.

No hay comentarios: