miércoles, 24 de junio de 2009

Día 6

María Marta Kaiser: - Después de correr un largo trecho, sortendo personas tomando sol, tranquilas y apacibles, en reposeras, llegan a la tercera cubierta y descubren que no son gritos de auxilio, sino el batifondo que hacen algunos chiquillos jugando... Hasta la gaviotas huyeron despavoridas ante semenjante bochinche.
La madre no los ve ni los oye?, se preguntan ambos profesionales.
Con la repiración todavía entrecortada por el esfuerzo, el médico del crucero le dice a su colega:"-Fíjate, allí está el señor Vivas con su hija... Vayamos a ver qué decisión han tomado, dado que en la mañana del viernes debemos partir, y no nos va a quedar tiempo para la intervención. Tampoco nos vamos a arriesgar a llevarlo con nosotros si el post operatorio se torna delicado, porque si tiene algún inconveniente en el viaje, el seguro no lo cubre."-
Ambos se dirigen en busca de padre e hija para cambiar opiniones y tomar una resolución ...

Lucila Ferreyra: - Cuanta gente hay en este barco! Veo que algunos ya comienzan a descender y yo que no conozco a nadie… parece que están todos acompañados. Claro, si algunos viajan solos, han tenido tiempo de conocerse, tal vez en esa fiesta… No sé qué hacer, me parece que ya me estoy arrepintiendo de haberme apresurado a viajar sola. Encima el capitán no dice nada, parece mudo ese hombre, ni siquiera me respondió, solo se limitó a tomar mis documentos. Debe haber alguien a quien preguntar para saber qué vamos a hacer, si hay excursiones programadas en tierra o no. Ahí veo un matrimonio que parece amigable:
- Señor, señora! Hablan español? Or English? Por favor, que recién puedo abordar y nadie me informa nada, me podrían decir qué es lo que vamos a hacer acá, en tierra? Ah, mucho gusto, mi nombre es Lucila Ferreira y soy de Argentina. (dirigiéndose a Adolfo y Beatriz).

Adolfo y Beatriz: -Beatriz " Hola querida, no te habia visto antes, vamos acompañanos que queremos estirar piernas en tierra firme. Somos Beatriz y Adolfo Gomez Colombianos y estamos descansando en estre crucero, ven pegate que vamos a pasar bueno y como dicen los viejos... no te preocupes para donde va Vicente? para donde va la gente ... si estamos...... cuentanos de ti.

Gabriella Valdivieso: - El paisaje es una maravilla!! que bueno que vamos a estar en tierra unos días!! buscare a Florencia, no la he visto!! sera que está enferma??.......ella está muy curiosa con Yamireh jajajjaaj y quiere que la acompañe, para ver porqué es tan misteriosa está mujer!! Y ví hace un rato bajar del crucero a Yamireh muy rápido y tomar un taxi...

Yamireh: -Massi?, dónde están mi amor?, ahhhh ok se quedaron en el parque de agua, ahora los acompaño, estoy viendo por aquí a los esposos Restrepo, voy a saludarlos y me gustaría hacer unas compras con ellos, más tardecito me reúno con ustedes.

Florencia Meyer: - Florencia se alegro de encontrarse con su amiga...se saludaron de un beso y caminaron juntas hacia la puerta de salida del crucero.....Florencia estaba impaciente por contar a su amiga lo que había descubierto.....miraba de un lugar a otro como si algo temiera , en su mente observadora e imaginativa había supuesto extrañas situaciones ocultas en la vida del matrimonio Portellone, ahora estaba seguro de ello...y creía que corría serios peligros.....había notado que yamireh y Massimo habían intentado en mas de una oportunidad de acercarse a ella, no olvidaba que la noche anterior Yamireh intento dejarla a solas con el en cubierta....¿ que seria lo que tramaban? ... y pensó....bueno ...el mundo esta lleno de sicópatas.....Gabriela ajena a todos los pensamientos de Florencia caminaba por la isla deleitándose del paisaje .....respiraba profundamente el aire de de esas calles , cargadas de historia y vivencias.....le gustaba ver el bullicio de tanta gente y de tan variada raza.......Se sorprendió cuando Florencia le hablo casi en un susurro.....¿ Sabes Gaby? ...estoy muy asustada....hoy día temprano..y de acuerdo como habiamos quedado contigo y Yamireh de bajar a la aisla juntas...me dirigí a su camarote a buscarla antes que a ti... y escuche una acalorada discusión de yamireh y su asistente...era sobre la compra de unos electrónicos...le dijo algo así...¿ como voy a poder grabar el ingreso de ellos al crucero? eres una traidora....dicho esto salió muy enojada y se fue a la isla....sin ser vista por ella ...trate de alcanzarla ,,,pero ella casi volaba y cogió un taxi, yo lo cogí tras ella , fue a una zona que no es turística , entro a una tienda , y compro una serie de aparatos electrónicos....yo no se que pensar Gaby...¡¡¡¡ no te rías no es novela !!!! solo presiento que tengo que ser muy cuidadosa con ellos , la verdad ...me asustan....

Yamireh: -Qué cabeza la miiiiaaaa, si le prometía Florencia y su amiga que bajaríamos juntas, caramba que pensarán-, pensó Yamireh rápidamente, sólo se limitó a saludar de lejos a los esposos y se enrumbó a la zona turística a ver si conseguía a Flo y Gaby. A su paso para tratar de conseguir en la zona turística a ellas, pasó una infinidad de tiendas, con bellezas que las exibían por fuera, estaba viendo unas coloridas bufandas de seda y unos hermosos collares de conchitas marinas, cuando las diviso cerca y las comenzó a llamar a lo lejos.Flooo, Gaby, por aquí estoy, chicas vengan. -Holaaaa, qué bueno que las veo, me disculpan pero tuve que bajar primero con la familia para ubicar a los niños en los toboganes de agua, mi esposo acaba de llegar, estaba en la sala de conferencias.Bueno chicas, cuéntenme qué hacemos, estuve paseando el Boulevar que está en frente de los toboganes de agua y hay verdaderas bellezas, hay unas hamacas de hilo de piña y banana que son una hermosura, son costosísimas pues son elaboradas enteramente a mano, díganme por donde comenzamos?

Don Gregorio y Pepiño: - Don Gregorio esperó que Pepiño bajara del coche para que le abriera la puerta. Bajó del taxi, se ajustó la corbata azul con motivos marineros, se abrochó la americana azul marino con botones dorados y sin bajar la cabeza intuyó sus zapatos limpios y la raya bien planchada del pantalón blanco. Miró de reojo a Pepiño, que estaba pagando al taxista al tiempo que cogía las maletas. Don Gregorio: - ¡No! esa la llevaré yo. Pepiño:- Como gusteis. (menos mal que te dignas a llevar una, manda carallo) Don Gregorio avanzó a paso firme sin mover su cara forzadamente inexpresiva.Chasqueó los dedos y le indicó a Pepiño que le enseñara los billetes. En primera clase claro el suyo, y en una habitación mas modesta y diminuta para Don Pepiño, para que estuviera a su alcance en cualquier capricho.Una vez embarcado, Pepiño se dirigió a los camarotes para preparar la habitación de Don Gregorio mientras éste, se dedicaba a mirar el puerto desde el barco, encendiéndose un pitillo que sacó de una cigarrera dorada con su Escudo de Armas. Eso si, sin desembarazarse del maletín, que a pesar de su apariencia pesada, lo llevaba sin importarle y sin perderlo de vista.No dirigió ni miradas ni palabras con nadie, hasta que le avisó Pepiño y entró en su camarote.

Julián: - Esperaba en el camarote a Cristina y Romina que habían ido a nadar un rato a la piscina, para descender a tierra. Pero había pasado ya una hora y ni rastro de ellas.
"¿Dónde se habrán metido éstas mujeres? ¿Se habrán entretenido conversando?
Bien saldré a buscarlas"
Se dirigía por los pasillos hacia la piscina cuando escuchó en uno de los camarotes unos gritos. Si, era la voz de la mujer que viajaba con los niños y la niñera. Gritaba acusando a alguien de haberla traicionado, le reclamaba unos ¿¡juegos electrónicos?! "Mmmm - pensó- tanto glamour y esto!"
Al llegar a la piscina vio a Cristina inclinada sobre la pianista que yacía en una reposera arrollada en actitud de dolor apretándose una de las piernas. Se acercó de prisa preocupado.
- Qué pasa ¿te ocurre algo Romina?
La aludida solo lo miró con gesto de dolor mostrándole la cicatríz.
- Te acordás que nos comentó lo de la caída del caballo, bueno está muy dolorida, pensamos que quizás haya sido tanto ejercicio de golpe, ha nadado mucho rato sin parar - dijo Cristina
- Bueno, quédense por aquí que voy hasta el Servicio médico - indicó Julián
Casi al llegar al sector de asistencia, se encontró con José María y le explicó lo sucedido indicándole que bajarían a la isla una vez que Romina recibiera asistencia.
Pronto regresó a donde las dos mujeres con otro médico de abordo quien inyectó a la pianista con un calmante y le aconsejó no movilizar la pierna durante más o menos una hora. Cristina entonces se quedó acompañando a su novel amiga mientras Julián a su pesar descendía sólo a puerto buscando a José María u otra compañía para recorrer. Más tarde se reuniría con su mujer. Llevaba su cámara fotográfica profesional y aprovecharía a regocijarse con nuevos enfoques, gentes y paisajes.
Julián y Cristina: - Así sucedió en realidad y una vez repuesta la pianista de su paralizante dolor se abocaron a disfrutar de la hermosa isla, aunque caminando con cuidado, lentamente. Compraron souvenirs y visitaron algunos lugares turísticos junto a otros pasajeros del crucero. Julián era fotógrafo profesional y aprovechó a recoger testimonios y convencer suavemente a su mujer y a Romina para posar en algunos lugares con vistas estratégicas. Al regresar al barco, ya anocheciendo, se encontraban exhaustos.

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