miércoles, 16 de septiembre de 2009

Día 17 (Reinicio de la historia)

Milena: - Yami, ya basta me haces el favor y te tomas esas pastillas, sencillamente no puedes sola, ya los niños están listos, esperamos por ti para bajar, no puedes seguir en ese estado. Acéptalo Massi está muerto y esperando para la ceremonia en tierra.
Yamireh: - Noooooooooooooooo, -gritó llena de un llanto impotente- si yo lo acabo de ver, lo acabo de ver en la enfermería, me abrazó y conversamos. Lo sentí al lado mío, amoroso como siempre, mi Maaaassiii. Milena en su desespero no hizo más que darle un zacudón porque no quería entrar en razón y le dijo casi gritando: -Yami, quien te abrazó fue el enfermero, el enfermero, entiéndelo, ahora están volviendo las alucinaciones, tienes q tomarte ya mismo las pastillas, no pueden verte así, Massi no hubiera querido q te vieran así, ya tus padres están esperando en tierra y el carro fúnebre está abajo esperando, no puedes salir en ese estado, te bañaste y mira cómo tienes ese cabello, ven que te hago un moño hermoso y te colocas tu pamela negra, ni has visto todo lo q te puse aquí, toda la ropa de luto, acéptalo Yami acéptalo, estos han sido momentos muy confusos, además están los niños, no pueden verte en ese estado, ya los veo tristes, no hagas esto más difícil. Y, como una autómata se tomó las 2 pastillas de su tratamiento y media más para que estuviera calmada y ecuánime, tan sólo se dejó peinar, vestir, maquillar y colocar todos sus accesorios, es que así, aún así estaba demasiado hermosa, toda ataviada de negro, con un vestido ceñido a tres cuartos de pierna, pero…, se le veía muy desvalida con un horrible rictus de dolor en los labios. Cuando salió del cuarto, los niños se avalanzaron sobre ella, llorando y haciendo miles de preguntas sobre su padre. Los abrazó fuertemente, los tomó de la mano y salió del camarote a encontrarse con los suyos en tierra. El Crucero haría una parada obligatoria de un día más para cumplir con los requisitos de ley y enterrar a su ilustre pasajero, mientras las investigaciones continuaban.Pasó por la cubierta del barco donde estaban todos los pasajeros muy apenados por lo sucedido y todos y cada uno le brindaron sus respetos y pésame, algunos se acoplaron para acompañarla. Yamireh veía todo como una película, como 1000 caras iguales, el dolor era demasiado y las pastillas comenzaban ya a hacer su efecto. Se acercó a la escalinata, divisó de lejos el cortejo fúnebre, a su familia, a otros amigos y sólo se abandonó, comenzó a bajar las escalinatas del Crucero con sus niños de la mano.

Romina Larrosa: - Se había reencontrado con sus hijos, estaban con ella a bordo, al menos por unos días. Irradiaba felicidad, los abrazaba, los besaba. Los dos muchachos no paraban de hablarle. Se los veía entusiasmados, poniéndose al día. Prefirió entonces postergarles la notificación de lo sucedido en el crucero, así no se privarían de éstos momentos de felicidad. En el camarote Romina había repartido entre los dos el contenido de toda una valija, llena de obsequios y recuerdos de los distintos lugares que había visitado en sus últimas rondas de conciertos. Ahora observaban la costa desde la cubierta, junto a la piscina. Los conocidos la observaban un tanto extrañados de verla tan entusiasmada y comunicativa, parecía otra persona.Romina había presentado su queja en la Administración, en relación a la inseguridad del crucero, la ausencia de autoridades frente a hechos tan relevantes, de comunicación con las mismas, y demás. Una carta en duplicado, con todo lo que le pareció de orden.Esperaban a Cristina, su amiga, para bajar a tierra.

Los Gomez: - La vieja pareja ya recuperados de la influenza y todas las pestes que llegaron juntas, aunque un poco débiles y pesarosos por la muerte de Massimo y la enloquecida que se dio la Yamireh, salieron a cubierta para respirar aire puro... pasaban en ese momento la familia de Massimo, la Yamireh parecía un ente, con los ojos vidriosos, mirada fija, y su cabellera desparramada... definitivamente la Yamireh que era tan orgullosa no estaba en ese cuerpo en ese momento, no le importaba... nada... nada... en absoluto, caminaba estomáticamente pareciendo que no pisaba el duro suelo del barco...Acaso estaba en una nube, negra y densa? no solamente su cerebro y su corazón sino también su cuerpo otro-hora altanero y casi majestuoso?Los viajeros observaban en silencio sin hacer comentario alguno. - Que gran misterio , los investigadores nos han entrevistado varias veces, como te fue mijo? que curioso que nos hubieran separado para hacernos las preguntas.. no creerán que nosotros lo lanzamos por la borda... ni tarzanudos que fuéramos... - A mi me fue bien, como me debiera haber ido, no fui yo ni se quien fue, además en esos momentos solamente tenia ojos para ti, estabas muy mal. Menos mal que ya pronto zarpamos y volveremos a mar abierto, esta vaina de estar en puerto es muy aburridora.Lo único bueno es la gran cantidad de mangos y frutas tropicales que podemos comprar afuera, ya no creo mucho en las cosas frescas de este barco... después de esa diarrea general... salmonella dijeron que había sido verdad??

Florencia Meyer: - Por fin ya todo estaba volviendo a la normalidad...me habían interrogado , aun yo no estaba convencida de los acontecimientos anteriores, todo era muy confuso en mi mente y cada vez se hacia mas posible que esa noche yo estaba en un estado de alucinación....pensándolo racionalmente era muy difícil que yo hubiera podido levantar y lanzar por la borda al marido de esa mujer que en estos momentos cruzaba por la cubierta, ella ya no era la misma de antes , algo en ella había cambiado, sus ojos tenía una vaga mirada, al pasar frente a mí me dirigió una fría mirada....la seguiría , necesitaba conversar con ella.....

DGregorio y Pepiño: - DG tuvo que pasar por la "humillación" de las preguntas hechas con descaro de los investigadores. No le permitieron en ningún momento que se comportara con sus aires de noble, sino que a pesar de tratarlo de "usted" no se andaron con remilgos preguntándole por su ausencia de la mesa en el momento que se descubrieron los acontecimientos de la muerte de Massimo. Una vez acabado el interrogatorio, DG volvió a su camarote visiblemente ofendido y con la intención de refugiarse en él de nuevo.
Pepiño, sufrió mucho en el interrogatorio, debido a que no sabía muy bien cuáles habrían sido las respuestas de la enfermera de Yamireh. Prácticamente se limitó a contestar con monosílabos, sabiendo que eso no era bueno, para el resultado de las pesquisas, y que podía incriminarle de algún modo. Había algun instante de todo aquel embrollo que no había quedado claro con sus respuestas.Intentó hablar con ella de nuevo, pero la estaban interrogando.

Yamireh: Un enrarecido humo difuminado comenzó a apoderarse del ambiente, Yamileh, los niños y su familia estoicamente esperaban en una salita acondicionada, dentro del camposanto de la isla, que terminaran de cremar los restos de Massi, ya llevaban 4 horas en la labor, cuando un grito estentòrico salio de la boca de Yami y dijo:-fue ese viejo rudo q se la tira de dandy quien arrojò por la borda a mi Massi, fue ese viejo ostentoso que quiere pasar por bajo perfil- gritaba Yami desconsolada. Toda su familia volteò estupefacta con lo que oìan.Ciertamente, Don Gregorio era el ùnico corpulento y con fuerza para hacer eso, porque los q actùan en el circo Du Solei, eran acròbatas delgados y no podrìan haber empujado con esa fuerza a Massimo Portellone hasta q cayera por la borda, en verdad tendrìan q haberlo cargado y alzarlo para pasar las barandas de vidrio antibalas ya que estas llegaban casi hasta los hombros y no habìan habido bancos de arena y cambio en la velocidad del crucero, todo se desarrollaba normal.Su madre se le acercò y le dijo, Yami, creo q estàs alterada, cuidado y lo que repitas o digas cuando luego de la cremaciòn comience tu interrogatorio, no vayas a incriminar a un inocente.-Ese no es inocente, ese no es inocente, ese tiene una conducta corporal sospechosa, ese oculta algo, hablarè con el capitàn para q le registren su camarote- dijo enojada YamirehY se levantò antes que termine la cremaciòn de su esposo, tomò su bolso y saliò a los jardines a efectuar algunas llamadas que tenìa pendientes desde la noche anterior. No lograba comunicarse con su hermano ni con la organizaciòn, le parecía sencillamente sospechoso, no tenìa su satelital, no pudo ser tan obvia y bajarlo para los actos fúnebres de su esposo, se le notaba desesperada aun y q ya las pastillas comenzaban a hacer su efecto, demostraba una calma fria, unas maneras estudiadas para no salirse de la lìnea, debìa estar ecuànime para el interrogatorio. Jum, pensó, ese Don Gregorio va a saber quien es Yamireh Kuori, ese trae a bordo las piedras, las trae, todo esto es demasiado raro, mi esposo muerto, me creen que enoloquecì, ese Don Gregorio muy compuesto, ya es hora de descubrir dònde ocultaba el bulto de piedras preciosas que estaban en juego, mucho dinero de por medio, su hermano esperando en el Golfo Pèrsico y ella sola sin su Massi para resolver.

Pepiño, cerca de la enfermera de Yamireh, oyó los delirios de Yamireh a salir alterada del camarote, y vio como la primera, esbozaba una leve sonrisa imperceptible para los demás, que les libraba de culpa. Pepiño dirigió de nuevo su mirada a la enfermera quien le indicaba sin dudas, que debía de estar tranquilo.

Milena mirò candorosa a Pepiño, sentìa en medio de toda esa confusiòn unos ojos buenos que la apoyaban, se sentìa extasiada de todo lo conversado con èl, unos dìas habìan soñado y èl querìa resolver a la brevedad un compromiso sin màs espera, pero ella se debìa en cuerpo y alma a la Fam. Portellone, habìa sido tratada con muchìsima deferencia y no querìa abandonar por el momento a quien habìa sido siempre su mentora. Ya habrìa tiempo para conversar de esas cosas con Yami, pues su amor estaba protegido contra viento y marea en el pecho de Pepiño, respetuoso y càlido, con maneras imitadas a la perfecciòn de ver tantìsimos años a su patròn, èl era una mesura de persona y emocionado le habìa dicho que le regalarìa un anillo en sello de su amor y pronto casamiento.Ella no cabìa en su felicidad inocente, al igual que èl, quienes ignoraban los acontecimientos que iban a sobrevenir en el Crucero a raìz de los interrogatorios por la muerte de Massimo Portellone.Ya de vuelta abordo, a los niños los enviaron con su abuela en aviòn a Venezuela, pròximamente se reunirìan para hacer el vuelo definitivo a casa, irìan al Golfo Pèrsico de donde no debieron haber salido por esta aventura loca de los alimentos a gran escala mundial, pero Venezuela, ubicada en un lugar privilegiado del continente americano, gozaba de la màs baja tasa portuaria para alimentos no perecederos, por lo que se tomò la decisiòn de mudarse temporalmente a esas tierras caribeñas, lo que tambièn facilitó enormemente el trabajo de investigaciòn a Yamireh.

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